5 pautas sobre cómo ir construyendo una autoestima saludable
1.- Observamos que pensamos y como hablamos de nosotros
Todas las personas hablamos solas, no porque estemos enfermas, sino porque forma parte de nuestra salud emocional. Los problemas llegan cuando nuestro diálogo interno es siempre crítico, limitador y, a menudo, incluso insultante.
Nos resulta muy fácil hacer autocrítica destructiva y, lo peor de todo es que le dedicamos muchas horas al día.
Por lo tanto, lo que te diría es: observa qué piensas y qué dices de ti; y, cada vez que te descubras haciendo un comentario tipo: "mira que decir esto, es que siempre metes la pata", "pero, ¿Por qué has dicho esto?, y ahora qué pensarán de mí; que soy tonta, como mínimo "," uf! ¡Qué pelos! ¡Hoy parezco una bruja! "Etc., por favor, detente. Para por unos instantes y piensa: "¿Esto se lo diría a la persona que más quiero?" Si la respuesta es "no"; pídete perdón y cambia el comentario.
Yo ahora ya no me digo tantas cosas ingratas porque esto, como la mayoría de las cosas interesantes en la vida, es un entrenamiento; pero cada vez que me pillo diciendo o pensando algo desagradable de mí, me paro un momento y digo;
"¡Eh, frena! ¡Que no es para tanto! Disculpa, querida, no deseaba decir eso de ti. ¡Guapa!" Yo lo digo en tono de broma (que no de burla), para quitar hierro a la situación, y me funciona. No es necesario que nos fustiguemos tanto como lo hacemos porque con ello, lo único que conseguimos es hundirnos un poquito más cada día.
2.- ¿Qué puedo hacer hoy para mí?
Esta es una de mis preferidas. Cada mañana, lo primero que hago cuando despierto es decir "GRACIAS", después hago una sonrisa y me pregunto: "¿Qué puedo hacer hoy para ti, guapa?"
Después de unos instantes siempre me viene a la cabeza algo sencillo: "me encantaría ir a tomar una infusión en una terraza con vistas al mar", "me hace ilusión llamar a mi hermana para ir a desayunar juntas", "me gustaría irme a comprar ese libro que me recomendaron ayer", "me apetece disfrutar de un paseo en silencio"... y lo hago.
Este ejercicio es muy poderoso para que le estás diciendo a tu subconsciente que te amas, te valoras y te cuidas.
3.- Aprender a irte conociendo
Aunque parezca mentira, las personas no nos conocemos lo suficiente a nosotros mismos y eso nos hace sufrir de una manera consciente o inconsciente. ¿Qué podemos hacer para irnos conociendo? Observarnos mucho sin juzgarnos.
A mi me gusta mucho la práctica de la meditación, es un rato que estoy en silencio y que sólo observo. ¿Qué observo? Observo mis pensamientos, sin juzgarlos, los observo hasta que marchan; observo mi respiración y como el aire entra y sale de mi cuerpo nutriendo todas y cada una de las células del mismo...
Esta práctica me proporciona mucha paz y me permite enfocar los acontecimientos que me llegan, de una manera más tranquila, y sin juicio.
4. Llenate de amor y perdona
El amor es la fuerza que mueve montañas, estas montañas que tenemos ante nosotros en forma de limitaciones, de angustia, de problemas. Cuando nos llenamos de amor, nos llenamos de una energía extremadamente poderosa; pero debe ser un amor incondicional, un amor sincero y para llenarnos de este amor, antes hemos tenido que practicar el perdón.
Sé que en estos momentos eso suena extraño, porque nos cuesta entender que tengamos que perdonar a alguien que nos ha hecho daño o una situación que nos angustia (casos de enfermedades graves, por ejemplo); pero perdonar, soltar es imprescindible para sanarnos, para poder liberar de peso la carga de
nuestra mochila emocional.
El perdón merece un libro entero y no un pequeño apartado en este blog; te recomiendo que busques información o que tengas un poco de paciencia ya que hablaremos mucho más, del perdón.
No hablo de aquel perdón que significa que una persona vaya a otra a pedirle perdón por algo que le ha hecho; no. Este perdón no libera, este perdón humilla.
Hablo del perdón dentro de nosotros, de un perdón que suelta todo lo que le ha pasado, limpia para poder empezar de nuevo.
En Ho'oponopono decimos esta oración:
"Divina presencia, pido perdón y me perdono ahora por la parte de mí que ha
creado este conflicto. Lo siento, perdóname, gracias, te quiero".
5.- Vivir de manera consciente
Y, para terminar, te diré que es toda una experiencia enriquecedora el ir viviendo de manera consciente. Y eso ¿qué significa? Esto quiere decir, que cuando voy caminando por la calle o por la naturaleza, observo maravillada todo lo que me rodea: niños que juegan, perros que corren, personas mayores que pasean, hojas de los árboles que danzan al son del viento...
Vivir de manera consciente significa que cuando hago una tarea la hago con toda mi concentración, ya sea lavar platos, barrer, escribir, amar, leer, jugar... sea la que sea, en aquellos instantes sólo soy yo y lo que estoy haciendo . Procuro que la mente no divague mucho, pero siempre lo hace, entonces, sonrío y le digo: "Guapa, ahora no; que ahora estoy haciendo esto". Y vuelvo a mi tarea.
He dicho varias veces que esto es un entrenamiento, pero te aseguro que vale la pena.
