Empezamos con un pequeño y efectivo truco
Antes de limpiar los azulejos, abre el grifo de la ducha y deja caer el agua a la temperatura más caliente que puedas.
El vapor que provoca el agua caliente ayuda a ablandar la suciedad y facilita la limpieza.
Azulejos poco sucios
Si no están muy sucios puedes preparar una mezcla compuesta de:
1/2 taza de amoníaco
1/2 taza de vinagre blanco
1/4 de taza de sosa
4 litros de agua templada.
¡ATENCIÓN! Debes manipular esta mezcla siempre con los guantes puestos.
Azulejos sucios o con manchas
Para limpiar los azulejos sucios o que tengan manchas prepara una mezcla con bicarbonato sódico, sal y detergente de lavar los platos (si te resulta posible, es muy efectivo dejar cubiertas las manchas con esta solución durante toda la noche).
Luego limpia con una esponja húmeda y termina aclarando muy bien.
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