La tila, más que una infusión relajante


La flor del tilo desprende un intenso olor y es de un color blanco roto (tirando a amarillo).

¿Para qué sirve una infusión de tila?

Además de las conocidas propiedades relajantes, la tila es un excelente diurético, favoreciendo la eliminación del ácido úrico del organismo.
También ayuda a calmar los dolores reumáticos, el dolor de cabeza, las náuseas provocadas por una mala digestión y los espasmos estomacales.
Si tomas cada mañana un tazón de infusión de tila bien calentita, te ayudará a mantener una piel más joven.
La infusión, ya fría, de tila es un excelente tónico: lávate la cara cada mañana y cada noche con este preparado y comprobarás que, días más tarde, tu piel está más limpia y suave.
También sirve para calmar la congestión e hinchazón de los ojos. Solamente debes untar un par de discos de algodón en la infusión y dejarlos reposar unos diez minutos sobre tus ojos.


La tila, conocida como relajante:

La tila en infusión ayuda a calmar los estados de angustia y ansiedad.  Si te cuesta conciliar el sueño, toma una taza media hora antes de acostarte.

¿Cómo se prepara una infusión de tila?

Pon un litro de agua a hervir. Cuando hierva, la sacas del fuego.
Añade unos 20 gramos de flores secas de tila, tapa el recipiente y déjalo reposar unos 10 minutos.
Después lo pasas por un colador y ya estará lista la infusión.

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