Queremos enseñarte tres fotografías de rosales pequeñitos que empiezan a brotar después de haberlos podado hace quince días.
Este rosal empieza a brotar con fuerza, pero la poda debería haber sido más "valiente".
Este es el mismo rosal fotografiado entero. Mira los brotes más fuertes (que son los de la fotografía anterior): se ve claramente el cambio de color y textura de los tallos que deberían haber sido eliminados. Y no hablemos ya de la parte izquierda.
Esta rama está sana pero es delgada. Si queremos que el rosal se "emparre" y lo podemos atar, ya está bien; pero si lo queremos robusto, la poda ha de ser más estricta.
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