Hidratar los labios


Se acerca el invierno, y el frío y el viento agreden la piel de los labios.
Hay que hidratarlos y protegerlos de forma habitual para que no se resequen ni se agrieten.
Si se te suele olvidar porque eres un poco despistada, aquí tienes una solución: ten siempre en la mesilla de noche, cerca del interruptor de la luz, un protector labial, así, antes de apagar la luz, recordarás aplicarte el protector, y al día siguiente te levantarás con los labios perfectos.
Te recomendamos también otro truquito casero para hidratarlos: unta sobre ellos una fina capa de miel y déjala actuar unos 30 minutos, de este modo evitarás las grietas y la sequedad, y los sanarás si ya han aparecido.
Otra cosa más, evita humedecer los labios continuamente pasándote la lengua por ellos, porque justamente hacer esto favorece la sequedad y las grietas consecuentes.

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