Si tu gato no bebe el agua de su recipiente pero sí bebe la de los platos o los charcos de la terraza, incluso la de la taza del WC, lo más seguro es que se deba al cloro.
El olor a cloro les molesta y lo podrás evitar dejándola reposar un buen rato después de servirla, ya que el cloro se evapora.
Te recomendamos que lo hagas para todas tus mascotas, ya sean pájaros, perros, etc.
Aún así, la experiencia dicta que este comportamiento, aunque mejora notablemente, no se erradica totalmente. Los gatos son muy curiosos (recuerda el dicho “La curiosidad mató al gato”) y si el olor que desprende el charco o el plato de la maceta es de tierra limpia, o bosque, lo más seguro es que se acerquen, huelan y prueben, ellos no saben que no les conviene.
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