Pastas de freír

Si hace poco que cocinas, debes saber que las pastas de freír son como las de los calamares a la romana, no las confundas con el rebozado de pan rayado.
Todas las pastas de freír tienen una base común: agua, harina i huevo.
Antes de nada, dos cosas a tener en cuenta:
- Si no quieres que el alimento absorba demasiado aceite, añade y mezcla a la pasta un poco de aceite de oliva, de esta forma no entrará el aceite de fuera (el de freír).
- La pasta se adhiere más al alimento si, antes de rebozarlo con la pasta, lo enharinas ligeramente.

Te proponemos 5 pastas diferentes, y así podrás variar:
1.- Deshaz 4 cucharadas de harina en una cucharada de vinagre. Después añade ½ vaso de leche fría i, sin dejar de remover, pon un poco de sal. Hay que dejar reposar la pasta 1 hora.
2.- En un recipiente, mezcla 125 gramos de harina con 2 yemas de huevo, 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 decilitros de agua y sal. Añade 2 claras montadas a punto de nieve 20 minutos antes de comenzar a freír.
3.- Bate un huevo (como si hicieras una tortilla), pon sal y pimienta. A parte, deshaz la harina con un poco de agua. Y a parte también, monta 2 claras de huevo a punto de nieve. Lo mezclas todo, y listo.
4.- Bate 3 huevos con sal y 2 cucharadas de aceite de oliva. Añade 250 gramos de harina i mézclalo. Después lo disuelves en 2 decilitros de cerveza. Déjalo reposar 2 horas pero en un lugar tibio (no en la nevera). En este caso la cerveza juega el papel de la levadura, pero no afecta al sabor.
5.- Pon en un recipiente 200 gramos de harina, 2 yemas de huevo, 2 decilitros de cerveza y sal. Déjalo reposar ½ hora como mínimo, y después añades 2 claras de huevo a punto de nieve.
Aunque estas recetas te den trabajo y requieran su tiempo, vale la pena hacerlas. Los fritos te quedarán mucho más apetitosos.

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