Los baños solares hacen que la piel pierda elasticidad, y
el bronceado excesivo la estropea (se reseca, envejece, aparecen manchas y
arrugas).
El efecto es acumulativo: la piel tiene memoria de todas
las agresiones que sufre a lo largo de la vida. También por el frío.
Sea verano o invierno, debemos cuidar la piel tanto por
dentro como por fuera. Éstos son unos buenos consejos a seguir:
1.- Beber mucha agua (mejor si es de mineralización
débil), zumos naturales, caldos vegetales, infusiones y licuados. De esta
manera, no solamente nos hidratamos, sino que ingerimos vitaminas y minerales.
2.- Comer frutos secos, legumbres y cereales integrales.
Los ácidos grasos esenciales omega-6 son muy buenos para la piel, el cabello y
las uñas.
3.- En verano, ponerse crema solar de protección alta
antes de salir de casa (también hay para proteger el cabello), y seguir
aplicándola mientras estemos al sol. Si en invierno vamos a la nieve, también hay que hacerlo puesto que la exposición a las radiaciones solares es alta. Puedes consultar nuestro artículo Cuidado con el sol.
4.- Una buena manera de estimular la circulación es el
masaje, y, si lo realizamos con remedios tópicos, ayudaremos a regenerar la
piel dañada por fuera. Podemos utilizar aceites vegetales sin refinar, como son
el de oliva, de almendra, rosa de mosqueta, onagra, aguacate, o germen de
trigo. También ayudan los aceites esenciales de aromaterapia, como el de
lavanda, manzanilla o mirra. Son muy adecuadas la miel y la cebada. Otra opción
son las cremas nutritivas.
5.- No olvidemos el cabello. Aplicar una mascarilla de
tanto en tanto y una alimentación correcta, favorecerán que esté sano y luzca
bonito. Una buena mascarilla capilar casera es la de nuestros enlaces Mascarilla capilar casera , Cómo hidratar el cabello seco.
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