Para dormir bien, come sano

Una de las principales causas de no descansar bien es el sobrepeso. Una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico durante el día, te ayudarán enormemente a tener un sueño reparador por la noche.
No cenes abundantemente y recuerda que debe transcurrir al menos una hora antes de acostarte.
Algunos alimentos pueden provocar flatulencias, por tanto, intenta no consumirlos en la cena, a saber: la manzana cruda, la cebolla, las coles de Bruselas, la sandía, el melón y el chocolate. Otros alimentos de difícil digestión, como son los condimentos picantes y el pimiento, también es preferible consumirlos durante el día y no en la cena. Los estimulantes como el café, las bebidas de cola, el té o la taurina, que está presente en las bebidas energéticas, también pueden dificultar la conciliación del sueño o que éste no sea plácido.


Numerosos estudios han demostrado que la serotonina ayuda a mantener un sueño saludable, además de un buen estado de ánimo. La serotonina es sintetizada por nuestro organismo a partir de la ingesta de un ácido esencial llamado triptófano, y que está presente principalmente en los productos lácteos, las carnes blancas, el pescado, los huevos, la fruta seca y algunas otras frutas como el plátano.
El calcio, el magnesio y las vitaminas B1 y B6 intervienen en el buen funcionamiento del sistema nervioso, y ayudan también a dormir mejor y descansar más.

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