Documentación siempre en orden

Para encontrar de forma rápida cualquier tipo de documentos importantes tales como escrituras, certificados de nacimiento o defunción, testamentos, libro de familia, etc., debes archivarlos juntos, clasificados y ordenados, etiquetados e identificar los archivadores, y después guardarlos en un sitio seguro, ya que algunos son irremplazables y otros son muy difíciles de volver a conseguir.
La identificación de los archivadores te servirá también para que los pueda localizar una persona de tu confianza y te los pueda facilitar en caso de urgencia.
Hay otro tipo de documentación que también conviene guardar clasificada de igual manera, como son facturas, garantías, instrucciones de uso, contrato de servicios, extractos bancarios, nóminas y contratos laborales. Si lo haces así, te va a resultar muy útil cuando debas realizar la declaración de la Renta, o efectuar alguna reclamación o, simplemente, hacer una consulta.
No dejes que se te acumulen los extractos bancarios, puesto que es muy fácil que esto suceda y luego da mucha pereza ordenarlos. Puedes proponerte archivarlos según vayan llegando, o bien hacerlo un día determinado de la semana o cada quince días.
Cuando te desprendas de un electrodoméstico, podrás desprenderte también de su documentación que habrás archivado junta, y substituirla por la nueva. De esta forma siempre tendrás localizada la garantía e instrucciones de uso de los aparatos y servicios que tengas en la actualidad y no se acumulará un montón de papeleo que no te sirve para nada.

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