El mejor sustitutivo natural del azúcar son las hojas, secas o tiernas, de la estevia, que, además de ser más dulce, no aporta calorías y está demostrado que regula el nivel de glucosa en sangre. Además su dulzor es mucho mejor que el de las sacarinas y no posee sus efectos negativos.
Es 200-400 veces más dulce que el azúcar, no contiene calorías (por tanto no causa obesidad), no provoca caries (porque no fermenta), y no sube el índice de glucemia, como así sucede con el azúcar.
En Europa tiene una disponibilidad muy limitada. Aparte de los herbolarios, está comercializada en varias presentaciones (en comprimidos, en polvo y cristalizada).
Es utilizada en productos alimenticios, dentífricos y gomas de mascar, como edulcorante y en la industria farmacéutica.
Hay más de 150 especies de Stevia, las más conocidas por su dulzura son la Stevia rebaudiana y la Stevia eupatoria.
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