Si tu gato se ha acostumbrado a subirse al sofá y no quieres que lo haga, le riñes pero sigue haciéndolo, no tienes más que poner unas bolas de naftalina debajo de los cojines.
Pero, cuidado, si pones demasiadas, también a ti te molestará el olor, ya sabes que es muy intenso.
Si prefieres otra solución, aunque no es tan económica, has de saber que en las tiendas especializadas venden líquidos específicos para perros y/o gatos a los que les llaman “filias” o “fobias”. Los primeros se usan para que el animal se encuentre “cómodo” y frecuente un sitio determinado porque le gusta el olor que desprende. Los segundos se usan para todo lo contrario, por ejemplo para que no se suban al sofá, para que no arañen o muerdan un mueble o una silla, etc.
Igual que la naftalina, este líquido repelente debe usarse con moderación porque tú también lo vas a oler, aunque a ellos les huele muchísimo peor porque su olfato es más sensible que el nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario