Actualmente ya tenemos claro que actuamos movidos por nuestras emociones, principalmente cuando hablamos de consumo. ¿Quién no ha comprado algo en un momento de moral baja, algo que no necesitaba y bastante inútil?
Estas reacciones emocionales que tenemos a la hora de consumir se estudian atentamente por psicólogos, expertos en márketing, publicistas,...
Todo esto viene a cuento por un artículo que leí hace unos días que explica el porque los empleados de algunos restaurantes de comida rápida, llevan uniformes de color rojo. Y esto es así porque el rojo es un color excitante y esto, al parecer, nos incita a comer más deprisa.
Por otro lado, los muebles y las paredes de estos establecimientos acostumbran a ser de color blanco y amarillo porque resulta que estos colores nos producen una sensación de limpieza.
Esta combinación de colores: rojo - blanco - amarillo nos produce una sensación inconsciente de bienestar; aunque, curiosamente también nos empuja a no quedarnos demasiado tiempo en el local.
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